martes, 20 de abril de 2010

El Signo del Toro

En esta entrega continuaremos con el paseo por el zodíaco para conocer en mayor profundidad a cada uno de los signos y sus planetas regentes. En esta oportunidad abordaremos el signo de Tauro. Recordemos que las características de cada signo influyen en el temperamento de los nacidos bajo su regencia, y en el carácter de aquellos que poseen este ascendente. Sin embargo, todos tenemos en nuestra carta natal cada uno de los signos, lo cual implica que en algún área de la vida tenemos funcionando las características de este signo, por lo cual, si emprendemos el camino del autoconocimiento es fundamental conocer todos los signos y hacer consciencia de en qué momento estas influidos por estos.

Las personas nacidas entre el 21 de Abril y el 20 de Mayo, pertenecen a este signo que los hace los seres poderosos, fecundos y de fuerza extraña. Es el segundo signo del Zodíaco, de la primavera dionisiaca, de los céspedes verdes y de las densas praderas. La entrada del Sol en Tauro se celebraba con la fiesta de Maya (Maia) en la que el Sol estaba representado por un toro blanco con un disco de oro entre sus cuernos, seguido de una procesión de vírgenes, como ejemplo de la fecundidad de la Naturaleza en la primavera.

Simboliza en la naturaleza la condensación del impulso de Aries, la materialización de las fuerzas creadoras que se concretizan en la abundancia de las formas, bajo el aspecto de una vegetación tupida y masiva, toda en savia, de los céspedes espesos, de los pastos verdes, de la flora, de la campiña multicolor, de la elevación de las esencias vegetales y de la aparición de los primeros frutos y los perfumes de un mundo soleado. La imagen del bóvido, el ritmo nuevo es de la lentitud y la estabilidad por la pesadez, la densidad de la materia. Esta encarnación es rica: se asimila a la tierra nutritiva, a la madre - naturaleza, fecunda por excelencia. El signo más femenino, la imagen de la vaca, animal hiper – hembra, el instinto maternal.

Los Toros se caracterizan por ser calmados, serenos, pacientes; el nativo está generalmente dispuesto a hacer bajezas aún para conseguir la paz. Ama la tranquilidad, las flores, la naturaleza y espera siempre una vida bien establecida sobre bases sólidas por las cuales generalmente trabaja de una manera muy ardua; la acumulación de riquezas es su objeto aunque no lo consigue con frecuencia., al igual que sus pasiones sus vicios que con mucha frecuencia continúan muy escondidos. Las gentes nacidas bajo esta influencia son siempre verdaderos terrestres; les gusta la buena carne, la mesa, la vida en general con sus beneficios. Tienen tendencia al arte a veces con una verdadera tendencia al genio dentro de la música particularmente, aunque hay grandes pintores que tuvieron su nacimiento en esa parte del zodíaco. A los "Taurinos" les gustan los bienes que se simbolizan aquí por campos y también por la vista de un palacio oriental. El verde que predomina en esta pintura caracteriza la esperanza al igual que la tendencia de Venus para el amor como al arte.

Si Aries representa el fuego de la vida en su fuente inicial, Tauro concretiza este fuego en el huevo condensador de las energías del mundo. El primero: la cabeza dotada de poder propulsor, el espermatozoide (esencia), el segundo: es el cuerpo fijador y cristalizador, el óvulo receptor (sustancia); tanto como uno es masculino, el otro es tanto más femenino.

La palabra clave de tauro es “YO TENGO”. Su principal característica: la capacidad de adquirir la solidez, el sentido conservador, un potente apetito de vivir, el mantenimiento del Yo. Dulzura, quietud, la perfección de la forma. Resistencia.

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